Del México Antiguo a la conquista
El siglo de la conquista
El México Virreinal
La Nueva España
Aires Libertarios
El México Independiente
La época de la anarquía
La era liberal
El Porfiriato
El México Contemporáneo
La revolución
La reconstrucción
La estabilidad
La época de las crisis
La transición democrática
La columna emprendió la marcha hacia el Cerro de las Campanas; las ruedas de los carruajes resonaban en las solitarias calles queretanas. Faltaban algunos minutos para las 7 de la mañana del 19 de junio de 1867. Detrás caminaba un grupo de hombres cargando a cuestas tres ataúdes y tres cruces negras. Esta es la historia del cadáver de Tomás Mejía.
Se encontraba al borde de las lágrimas; respiración agitada, manos temblorosas… recorría la habitación de un lado a otro y aventaba los objetos que tenía a su alcance. Manoteaba, gritaba... De pronto se detenía, suspiraba con profundidad y continuaba con la dramática escena. Su rostro desencajado las gotas de sudor marcadas en su amplia frente, advertían que Maximiliano de Habsburgo atravesaba una verdadera tragedia. Y en su fuero interno, sólo bajo sus ojos, lo era.
La victoria del 5 de mayo de 1862 marcó el inicio de la intervención francesa. Las divisiones internas dentro del ejército de la República, las envidias y la falta de recursos económicos impidieron que las tropas nacionales dieran la puntilla final a los franceses después de la victoria de Puebla. Los franceses tuvieron tiempo suficiente para recuperarse y además recibir refuerzos. El 16 de marzo de 1863, el ejército francés regresó a Puebla con 28 mil hombres más 6 mil soldados del ejército conservador y le pusieron sitio a la ciudad. Esta es la historia.
Con la caída de Santa Anna en 1855 y el ascenso de los liberales al poder, el gobierno de Juan Álvarez y luego el de Ignacio Comonfort promulgaron tres leyes que iban encaminadas a la separación iglesia-estado. Al darlas a conocer, la jerarquía eclesiástica comenzó a conspirar desde los púlpitos. Las tres leyes cambiaron la historia de México
A mediados de 1859, en plena guerra de Reforma, y cuando la victoria parecía inclinarse a favor de los conservadores, desde Veracruz, el presidente Benito Juárez promulgó una serie de leyes que significaron una reforma sin precedentes la cual estableció de manera definitiva la separación entre el estado y la iglesia y la creación del Estado laico.
""Perdono a todos, ruego que también me perdonen a mí y ojalá que mi sangre beneficie al país. ¡Viva México, viva la independencia!"" Sonaron siete disparos, cinco de ellos atravesaron al emperador, que vestía un traje negro. Cayó al suelo y exclamó en voz baja: ""¡Hombre!"". El oficial al mando se acercó y señaló el corazón de quien aún daba señales de vida y otro soldado disparó a quemarropa pon
Amaneció el 6 de mayo de 1862 como si la victoria contra los franceses hubiera sido un sueño. Zaragoza tomó con cautela el triunfo en Puebla, reorganizó a sus tropas y esperó el movimiento del enemigo, creía en la posibilidad de un nuevo ataque del ejército de Napoleón III.Los tres días siguientes transcurrieron en angustiosa calma; el ejército de Oriente recibió refuerzos de Guanajuato; se reinic
El amanecer del 5 de mayo de 1862 sorprendió a soldados del recién formado Ejército de Oriente en las improvisadas defensas de Puebla. Desde la madrugada del día anterior habían tomado posiciones para esperar el ataque del ejército francés. Los cerros de Guadalupe y Loreto fueron artillados y ocupados por la División al mando del general Negrete, con 1,200 hombres de la sierra de Puebla, Mo
Benito Juárez es quizá uno de los personajes más reproducidos en la iconografía oficial. A saber porqué, pues guapo, ni modo, no era; pero su famosa cabeza la vemos lo mismo en tamaño gigante y tridimensional -13 metros de alto por 9 de ancho- en la Delegación Iztapalapa, que en los libros de texto o en medidas nada despreciables en las paredes de recintos culturales, como el mural La Reforma y la
El 15 de julio de 1867, luego de cuatro años de recorrer la República hasta sus confines, enarbolando la bandera de la legalidad frente a la impune intervención francesa, el gobierno de Benito Juárez regresó a la capital del país. Decenas de miles de personas se reunieron en la plaza mayor para brindar por el triunfo de la segunda guerra de independencia, como se le llamó por entonces. México seg
El 3 de febrero de 1868, el viejo edificio abrió sus puertas para recibir en sus aulas a la primera generación de estudiantes preparatorianos -inscritos en diciembre del año anterior. En los pasillos, en los patios, en cada rincón de la vieja construcción se respiraba optimismo, juventud, desenfado, libertad.Acerca de la nueva escuela y del ambiente que nacía bajo la estrella del liberalismo triun
Las pocas noticias recibidas por el gobierno republicano en septiembre de 1864 eran desoladoras. Después de la fría recepción que el pueblo veracruzano había brindado a sus majestades imperiales, Puebla y México se entregaron a Maximiliano y Carlota. La esperanza de la nación descansaba en los restos del ejército mexicano que invadido por el desánimo resistía en la forma de guerrillas. Se peleaba
Una melancólica mirada a los últimos días del emperador en el Castillo de Miramar, en Italia, antes de partir a México.
Cuando murió el 19 de enero de 1927, pocos la recordaban. Casi todos los hombres y mujeres que alabaron su llegada a México, que se entusiasmaron con su porte, que admiraron su carácter enérgico y su fortaleza para enfrentar la adversidad, habían fallecido. El imperio que llegó a gobernar cuando su marido se encontraba capturando mariposas en los floridos campos de Cuernavaca ya era historia muy v
En uno más de sus desvaríos, el emperador estampó su rúbrica sobre el terrible documento. ""Mexicanos: la causa que con tanto valor y constancia sostuvo don Benito Juárez ha sucumbido no sólo a la voluntad nacional, sino ante la misma ley que este caudillo invocaba en apoyo de sus títulos. Hoy, hasta la bandera en que degeneró dicha causa ha quedado abandonada, por la salida de su jefe del territ
Eran las 6 de la mañana del 19 de junio de 1867. El día comenzaba a clarear y en el Cerro de las Campanas de Querétaro, las tropas republicanas formaban un cuadro alrededor de la colina en la que sería fusilado, una hora después, el llamado emperador de México, Maximiliano de Habsburgo y dos de sus generales más allegados, Miguel Miramón y Tomás Mejía.Maximiliano, prisionero en el convento de las