Piñatas

Jimena Salgado

Papeles de colores envolviendo ollas de barro; cañas, mandarinas y tejocotes al interior, vendas en los ojos como la fe c...

El tío de todos los niños de México

Diciembre es un mes para recordar al tío con más sobrinos en la historia de México: El tío Gamboín. No sólo por los mensajes navideños que cada año envió durante décadas a través de la pantalla chica, por los juguetes que presentaba cada temporada —para antojo de todos los pequeños televidentes— o por su voz cantando canciones navideñas, sino porque Ramiro Gamboa, el querido Tío Gamboín, encontró en este mes el nacimiento y 95 años después, la muerte.

Rocky y la guerra fría

Todavía era el tiempo de las grandes salas cinematográficas; tiempo en que se podía fumar en el vestíbulo de los cines, las películas tenían intermedio y en los grandes estrenos había que llegar unas horas antes porque nos los asientos no estaban numerados y mucho menos se reclinaban. En 1985, el Plaza Satélite 70 registró un lleno absoluto con el estreno de Rocky IV. El cine hollywoodense no pudo escapar a la tentación de llevar a la pantalla grande el enfrentamiento entre el capitalismo y el comunismo que estaba por concluir y que mejor que a través de los guantes del “semental italiano” y el temible ruso Iván Drago.

¿Francisca Villa?

Oficialmente los restos de Francisco Villa se encuentran sepultados en el monumento a la Revolución; fueron exhumados del panteón civil de Parral, Chihuahua y trasladados al monumento a la Revolución en 1976. Sin embargo, existe la versión de que los restos que ahí descansan no son los del Centauro sino los de una mujer. De acuerdo con una versión que circula, sustentada en rumores, anécdotas y dichos, en 1931 Pedro Alvarado y una de las viudas de Villa, exhumaron secretamente los restos de Pancho Villa para evitar una nueva profanación –como la ocurrida en 1926 en la cual se robaron su cabeza-. La nueva tumba estaba también en el cementerio de Parral, a 120 metros hacia el oriente de la tumba original y tenía el número 10.

La guadalupana, personaje histórico

Se dice que don Miguel Hidalgo tomó del Santuario de Atotonilco un óleo de la Virgen de Guadalupe, la desprendió de un marco, la colocó en un asta y se presentó enarbolándola ante su gente al grito de: “¡Viva nuestra Madre Santísima de Guadalupe! ¡Viva Fernando VII! ¡Viva la América! Otras versiones señalan que ya tenía pensado hacerlo y por eso se dirigió a Atotonilco, a sabiendas del efecto que causaba la virgen entre el pueblo.

Las posadas

Las posadas se celebran durante los nueve días previos a la navidad (entre el 16 y 24 de diciembre). También son conocidas como las nueve jornadas y recuerdan los nueve meses de embarazo de la virgen. Esta tradición se remonta al siglo XVI cuando se empezaron a celebrar las “misas de aguinaldo”, llamadas así porque se ofrecía un obsequio o aguinaldo de Navidad que consistía en dulces, frutas o juguetes para los niños. En las posadas el aguinaldo es representado por la colación. Las primeras “misas de aguinaldo” fueron celebradas en el convento del pueblo de San Agustín de Acolman, estado de México, gracias a fray Diego de Soria, prior del convento de san Agustín. Con el tiempo, las posadas dejaron de hacerse en los templos para reproducirse en los hogares.

La fundación del IPN

Esta es la historia de la fundación del Instituto Politécnico Nacional ocurrida en 1936.

Y se hizo la luz

Era una boca de lobo. No era posible ver ni la palma de la mano. Al caer la tarde era menester que todos los habitantes de la ciudad de México se hallaran a buen refugio. Las actividades cotidianas terminaban con los últimos rayos de sol y pocos se atrevían a caminar por las oscuras calles de la capital novohispana que no estaban exentas de la delincuencia.

Las calles de antaño

En otros tiempos, Corregidora y 16 de septiembre fueron calles de agua. Para transitar por ellas era necesario hacerlo en canoa. En su trazo corría una de las siete grandes acequias de la ciudad que sobrevivieron a la conquista de México: la llamada acequia Real o del Palacio. Logró resistir el embate de los hombres y sus aguas encontraron su cauce natural desde la época prehispánica y hasta finales del XVIII.

Madero: la casa de los espíritus

La casa debía levantarse toda de piedra pero la orden fue clara: bajo ninguna circunstancia podían utilizarse objetos metálicos en la construcción de una de las habitaciones. Extraña petición la de don Francisco I. Madero, que a la luz de su fe resultaba lógica: la energía desatada durante las sesiones espiritistas no fluía con la misma intensidad ante la presencia del metal.

Piedras Negras

Parecía uno de tantos pueblos perdidos en la inmensidad del mapa mexicano, condenado al olvido, cuando Coahuila y Texas, unidos, conformaban un sólo estado en los albores de la república hacia 1824. La guerra contra Estados Unidos, sin embargo, cambió su suerte. Con el despojo de más de dos millones de kilómetros cuadrados (1848), de la noche a la mañana, Piedras Negras se convirtió en una importante y próspera población fronteriza unida con Eagle Pass a través de un puente internacional.

El día del libro

Juana Inés de Asbaje y Ramírez aprendió a leer a los tres años, acompañando a su hermana mayor a sus clases —a escondidas de su madre—. Surgió en la niña una curiosidad tan grande por las letras que incluso le mintió a la maestra argumentando que su madre la enviaba a la escuela. Más tarde, a los trece años, fue llamada para servir como dama de la virreina doña Leonor Carreto, Marquesa de Mancera, una dama culta y letrada que puso a disposición de la joven libros y tutores.

La victoria alada

Las guerras del siglo XIX impidieron la construcción de una columna para conmemorar la independencia. Con excepción del austero monumento erigido en Celaya en 1823, todo intento por levantar un obelisco que honrara la memoria de los caudillos de la independencia fracasó.

Las calles de Cuautla

A lomo de burro descansaba un pequeño cañón pedrero que los hombres alistaban para el combate. La mecha fue encendida y en segundos su boca escupió fuego. Años después, la calle donde se verificó el enfrentamiento fue bautizada con el nombre de “El cañoncito”. Parecía estar escrito: Cuautla no sucumbiría jamás.

10 datos para conocer a Alfred Nobel

10 datos para conocer al creador del Nobel. Alfred Nobel nació el 21 de octubre de 1833 en Estocolmo, Suecia, en el seno de una familia de notables químicos e inventores.

Los campanarios de la catedral de México

La primera piedra de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México –aunque recibió este título hasta 1547– fue colocada por Hernán Cortés en 1524, en el cruce de los cuatro puntos cardinales que conducían al centro de la gran Tenochtitlán, utilizando para su construcción piedras que habían formado parte del Templo Mayor.