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“El sueño todo, en fin, lo poseía:
todo en fin, el silencio lo ocupaba;
aun el ladrón dormía:
aun el amante no se desvelaba…”
Sor Juana, Primero sueño
Fue el poema más largo de la poetisa, con 975 versos; definido por Octavio Paz como “poema del conocimiento”, escrito alrededor de 1685, Sor Juana lo mencionó en la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, pero fue publicado por vez primera en 1692.
El Primero sueño es acerca del alma, mientras el cuerpo duerme. “La poetisa mexicana se propone describir –anotó Octavio Paz- una realidad que, por definición, no es visible. Su tema es la experiencia de un mundo que está más allá de los sentidos. Es un discurso sore una realidad vista no por los sentidos sino por el alma”.
Conocida como “El fénix de América” o “La décima musa”, sor Juana contó con la protección de varios virreyes pero también sufrió el repudio de autoridades de la Iglesia. Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana nació en San Miguel Nepantla, Estado de México. En 1659 aprendió latín en veinte clases impartidas por Martín de Olivas. A los 17 años fue sometida a un examen público frente a cuarenta sabios que le cuestionaron sobre diversos temas, con el afán de dictaminar si su sabiduría era “humana o divina”.
Juana ingresó a la corte del virrey Antonio Sebastián de Toledo, marqués de Mancera. Su esposa Leonora de Carreto fue mecenas de la joven, así como su protectora y fiel amiga. En 1669 se unió al Convento de San Jerónimo y tomó el nombre de sor Juana Inés de la Cruz. Contadora y archivista de las jerónimas, comenzó a relacionarse con los virreyes y figuras novohispanas importantes, como fray Payo Enríquez de Rivera, con los marqueses de la Laguna y condes de Paredes, Tomás Antonio de la Cerda (virrey) y María Luisa Manrique de Lara.
El virrey marqués de la Laguna fue recibido en la Ciudad de México (1680) con un gran arco triunfal con versos del poema Neptuno alegórico, escritos por la monja poetisa, los cuales contenían máximas de sabiduría y buen gobierno que el nuevo virrey leyó y disfrutó junto con su esposa, la condesa de Paredes, quienes de inmediato se convirtieron en sus protectores.
En agradecimiento por su apoyo, Sor Juana le dedicó a la condesa su libro Inundación castálida, que le dio fama no solo en México sino también en España. La poetisa encontró en la virreina a una gran amiga, a quien también consagró varias de sus poesías. En sus arrebatos poéticos, Sor Juana llamaba a la condesa “divina Lysi”.
Datos
-Un método de aprendizaje de sor Juana -cuenta en su carta Respuesta a sor Filotea de la Cruz- era cortarse el cabello y darse como plazo para aprender algo nuevo hasta que su volviera a crecer.
-En 1693 abandonó la escritura, se deshizo de su biblioteca personal, de sus instrumentos musicales y científicos y dedicó su dinero a los pobres. Murió en 1695.
-Según su biógrafo, el sacerdote jesuita Diego Calleja, Sor Juana nació el 12 de noviembre de 1651; sin embargo, en 1952 fue encontrada un acta de bautismo que indica que su año de nacimiento fue 1648.