Del México Antiguo a la conquista
El siglo de la conquista
El México Virreinal
La Nueva España
Aires Libertarios
El México Independiente
La época de la anarquía
La era liberal
El Porfiriato
El México Contemporáneo
La revolución
La reconstrucción
La estabilidad
La época de las crisis
La transición democrática
La Nueva España - Personajes
Clic en la imagen para ver la galería
Pedro Moya Contreras, Arzobispo de México, 6° Virrey
25 de septiembre de 1584 17 de octubre de 1585
Jamás se ha acumulado tanto poder en una sola persona, pero tampoco ha existido seguramente alguien tan digno de ejercerlo. Tal fue el caso de Pedro Moya de Conteras, quien llegó a la Nueva España en calidad de Inquisidor, luego fue investido del cargo de Visitador, más tarde elevado a la dignidad de Arzobispo de México, y remató su carrera en el nuevo mundo, al convertirse, por mandato de Felipe II, en virrey. Además, las cuatro responsabilidades, en este último período, las ejerció al mismo tiempo.
Su rectitud y honestidad eran a toda prueba; por ello, el monarca le confió el virreinato, porque la corrupción era ya escandalosa y solo Pedro Moya de Contreras podía detenerla. Y así lo hizó: encarceló a jueces y autoridades corruptas, mandó colgar a los más abusivos, destituyó a los veniales y sembró de pánico a todos aquellos que vivían impunemente, burlándose de la ley y de la justicia.
Por otra parte, Moya de Contreras aprovechó su doble condición de arzobispo-virrey para organizar a la iglesia católica en México, convocando al Tercer Concilio Mexicano, donde se reunieron los obispos y los superiores de las órdenes religiosas para establecer las normas que regirían a los eclesiásticos en la Nueva España, así como las formas de practicar el culto católico por parte de los fieles.
Terminado su encargo, Pedro Moya de Contreras fue llamado a España por el rey, quien le dio de inmediato una recompensa eclesiástica, designándolo ""patriarca de las Indias"", y lo retuvo en su real servicio, al nombrarlo Presidente del Real y Supremo Consejo de Indias, la autoridad administrativa de mayor jerarquía para los asuntos americanos después del propio monarca.
Cuando Pedro Moya falleció, el rey Felipe II, que lo estimaba y confiaba en él por su honestidad a toda prueba, dijo: ""hoy ha muerto la verdad en mi reino y uno de los mejores vasallos de mi servicio"".
Fuente: Alejandro Rosas, José Manuel Villalpando, Historia de México a través de sus gobernantes, México, Planeta, 2003.