Hallazgos arqueológicos: el color de los dioses

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¿Qué tienen en común una divinidad del pulque del Templo Mayor, la diosa Atenea de un templo de Afaya Eginia de Grecia y la cabeza de piedra de una niña sagrada, encontrada en un templo de Etruria, Italia?: estas esculturas representan a deidades de tres culturas distintas. Sus imágenes llegan a nuestros días antiguas y monocromáticas, pero no siempre fueron así.

            Tanto los artistas griegos como los romanos y mesoamericanos se caracterizaron por el empleo de la policromía en sus piezas, aunque el sentido en el uso del color entre estas distintas culturas fue muy diferente.

            Para abrir una ventana a esa paleta olvidada, llegó a la Ciudad de México El color de los dioses, un exposición hospedada en el Museo del Palacio de Bellas Artes, producida por el Museo Städel y el Liebieghaus Skulpturensammlung de Frankfurt, en cooperación con la Stiftung Archäologie, en el marco del Año Dual Alemania-México, bajo la organización del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

            Un grupo de investigadores alemanes, coordinados por el arqueólogo Vinzenz Brinkmann, desde hace más de tres décadas, se han dedicado a analizar los pigmentos reales de las esculturas griegas. Con el uso de nuevas tecnologías, han logrado reconstruir la composición original de las tonalidades. Estos estudios también se han realizado en México desde la década de los 90.

            Esta muestra presenta por primera vez en México, una selección de esculturas sometidas a estos estudios. Un total de 118 piezas —originales y reconstrucciones policromadas— de esculturas de la antigüedad clásica y Mesoamérica que permiten reconocer esos colores perdidos en el tiempo y  establecer un diálogo entre dos estéticas y culturas diferentes.

            El color de los dioses se ha presentado en el Museo del Vaticano, British Museum, Harvard, Getty Museum, Museo Nacional de Atenas, Museo Nacional de Estambul y en el Pergamon Museum,

            La exposición cuenta con piezas pertenecientes al Museo Nacional de Antropología, el Museo del Templo Mayor, el Museo Nacional del Virreinato, Museo Nacional de las Culturas y del Museo de Antropología en Xalapa.

            “Esta exposición es una muestra sin precedentes en nuestro país y nos permite ver la antigüedad y el arte desde una nueva perspectiva con denominadores comunes —expresó Rafael Tovar y de Teres en el discurso de inauguración—. Somos un mundo que hasta el día de hoy no ha conocido las esculturas policromadas y de las que casi siempre nos referimos a los materiales de las que están hechas como el barro, el mármol, la piedra, pero es con las recientes investigaciones que todo esto ha cambiado y se ha enriquecido”.