El renacimiento en México: Miguel Ángel y Leonardo da Vinci

Artes visuales - Obras

Por Alejandro Rosas

Fue necesario organizar un maratón. La demanda de la gente por acercarse a la obra de Miguel Ángel y Leonardo da Vinci fue tan grande, que el INBA organizó un maratón de 72 para que el mayor número de gente pudiera entrar al Palacio de Bellas Artes a ver la exposición del genio florentino que se despidió de México el pasado 24 de agosto a las 8 de la mañana, hora en que finalizó el maratón museístico.

 El Palacio de Bellas Artes había realizado exposiciones que reunieron a decenas de miles de personas; la más exitosa fue la de Frida Kahlo en el centenario de su nacimiento (2007). Las 8 salas del museo fueron utilizadas para exponer 354 piezas entre óleos, dibujos, acuarelas, grabados, cartas y fotografías. Es considerada la exposición más grande que se haya realizado sobre la pintora y recibió la visita de 420 mil personas en 2 meses.

En los últimos años el Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas a la obra de de Leonora Carrington (2008), Gabriel Figueroa, Cinematógrafo (2008); al legado de Antonieta Rivas Mercado (2008) –la exposición más importante realizada sobre la intelectual y mecenas de la década de 1920- o a las obras del Greco que regresaron a México luego de 15 años de ausencia (2009). Y aunque otras exposiciones como la de Fernando Botero en 2012, o la de Picasso y Doisneau en 2014, así como la de la araña gigante Maman que parecía estar a punto de devorarse Bellas Artes, generaron gran expectación, el éxito de Miguel Ángel y Davinci en México fue inusitado.

Miguel Ángel y da Vinci pisaron tierras mexicanas por vez primera el 26 de junio del 2015. De pronto los mexicanos se toparon con las obras de dos genios del renacimiento que vivieron en el mismo tiempo y marcaron la historia del arte universal. Dos creadores libres en momentos en que se retomaron las formas estéticas clásicas y el espíritu científico para encontrar respuestas a las preguntas esenciales sobre el hombre.

Esa fue  la esencia del pensamiento que inundó a los artistas del siglo XV y que comenzó en Florencia para extenderse por Europa. Tanto Miguel Ángel como da Vinci incursionaron en el conocimiento del cuerpo humano, sus formas, sus elementos, y lograron plasmarlas a través de sus creaciones.

Las más de 300 mil personas que hicieron largas filas y esperaron por horas para entrar a la exposición siempre recordarán que pudieron ver el Cristo portacroce de Miguel Ángel o El Códice sobre el vuelo de los pájaros (1505) de Da Vinci donde plasmó su interés por la forma como las aves podían surcar los aires.