Deforestación

Jalisco - Geografía

México perdió en la última década del siglo XX una parte de su superficie forestal con una tasa sólo por debajo de El Salvador, Costa Rica, Guatemala y Brasil, si comparamos este indicador a nivel latinoamericano. La tasa de deforestación de México ha oscilado entre las cotas de 300,000 y 500,000 hectáreas de bosques y selvas por año en las dos últimas décadas. El incendio forestal es la segunda causa por la que se pierde gran parte de la superficie boscosa en México, la primera sigue siendo la apertura de tierras para la agricultura y ganadería.

 

La Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) contabilizó durante el año 2010 un total de 6,125 incendios forestales, afectando una superficie mayor a 114,000 hectáreas, de la cual el 89% comprendió áreas con pastos, arbustos y matorrales y 11% áreas arboladas. En el caso de Jalisco, se registraron 192 incendios que afectaron 2,985.5 hectáreas de pastizal, 371 hectáreas de arbolado adulto, 342 hectáreas de renuevo y 2,600.5 de arbustos y matorrales, para un acumulado de 6,229 hectáreas. Si bien el número de incendios es menor que en otras entidades del país, no lo es el volumen de hectáreas afectadas, lo que habla que en Jalisco este fenómeno causa aún mayores estragos que en otras entidades.

 

Una medida para evitar la desaparición acelerada de superficie boscosa es repoblar una superficie donde antes existían o están por desaparecer los bosques y selvas. En 2009, México contabilizó un poco más de 170,000 hectáreas reforestadas, sobresaliendo los estados de Coahuila y Zacatecas, con registros alrededor de 20,000 hectáreas. Este tipo de actividad se ha convertido en prioritaria en todos los estados del país. Si interpretamos la gráfica de la superficie reforestada de Jalisco entre 2001 y 2009, se observa que Jalisco alcanzó valores importantes en los años 2002 y 2008, por encima de las 17,000 y 24,000 hectáreas respectivamente, que colocan a Jalisco como uno de los mejores estados en este rubro.

 

El proyecto de Regiones Terrestres Prioritarias (RTP) forma parte del programa de conservación de la Comisión Nacional de la Biodiversidad (CONABIO). Una parte proporciona apoyos a las comunidades para combinar la gestión forestal sustentable con el desarrollo económico local. Otro aspecto sin duda es mejorar la contribución de los bosques en la mitigación y adaptación al cambio climático. En esta dirección existen en Jalisco espacios importantes, como por ejemplo, la Reserva de la Biósfera Chemel-Cuixmala, con una extensión de 13,142 hectáreas, cuya área presenta una diversidad natural que incluye: selva baja caducifolia, mediana subperennifolia, manglar, vegetación acuática, vegetación riparia, dunas costeras y matorral xerófilo. Otro punto a destacar es la Sierra de Manantlán, que comparten Jalisco y Colima, cuya extensión abarca 139,577 hectáreas, con un bello ecosistema formado por: bosque de pino, encino, oyamel, bosque mesófilo de montaña, selva mediana subcaducifolia, vegetación de sabana y bosque de galería.