Ciencia y seguridad en la Fórmula 1

Ciencia y Tecnología

Posiblemente uno de los momentos más trágicos recordados dentro del deporte del automovilismo (según algunos expertos), ocurrió el 1º. de agosto de 1976 en el autódromo de Nürburgring cuando en la segunda vuelta del circuito, en aquel entonces de 22.835 kilómetros, el Ferrari 312 T2 marcado con el no. 1 conducido por el campeón mundial Niki Lauda, choco contra el riel de protección al perder el control del vehículo aparentemente después de pisar la parte externa del circuito.

Con la fuerza del golpe el piloto perdió el casco de protección y dado que el auto llevaba los tanques de combustible casi llenos comenzó a incendiarse con el piloto semi inconciente en el interior del habitáculo. A raíz de este accidente Niki Lauda sufrió quemaduras que le desfiguraron el rostro, perdiendo parte de la oreja derecha y con serios problemas en el conducto lagrimal de ambos ojos. A partir de este momento Niki Lauda se convirtió en uno de los principales defensores de la seguridad no solo en las pistas de carreras, sino en los autos y en el equipo del piloto.

Por ejemplo, el traje que viste en la actualidad un piloto de carreras está fabricado de múltiples capas de una tela especial plástica llamada Aramid. Cuando un traje a la medida del piloto está terminado es probado con una llama blanca de propano. Debe ser muy ligero confortable para el piloto. Llevan una serie de ""respiraderos"" para que el sudor se evapore. Los parches de la publicidad que llevan, son del mismo material, así como el hilo para pegarlos. Destacan también las hombreras ya que sirven y están diseñadas para que un piloto, en caso de un accidente grave, pueda ser extraído del vehículo junto al asiento para evitar complicaciones en las lesiones. El asiento, esta por lo tanto solapado al coche mediante dos cierres, fáciles de abrir en caso de accidente.

Los equipos de rescate tienen una máquina especial para extraer al asiento y al piloto, por lo que las hombreras deben ser bastante resistentes. Los guantes son fabricados de tal forma que el piloto sienta el volante lo máximo posible. De igual forma sucede con las suelas de las botas, son mucho más sensibles al tacto que las de zapatos convencionales para tener un contacto máximo con los pedales. También la ropa interior que usan los pilotos debe ser a prueba de fuego. La Ciencia aplicada en la Fórmula 1 ha salvado infinidad de vidas ya que desde la muerte de Ayrton Senna en 1994 no ha ocurrido otra muerte en las pistas.

Liga de YouTube:

http://youtu.be/YWksORxA9l0