Albert Einstein, la vida del genio

Ciencia y Tecnología

Nació en la ciudad bávara de Ulm el 14 de marzo de 1879.  Fue un niño tranquilo y solitario. Sus padres Hermann Einstein y Pauline Koch, incluso llegaron a pensar que su primogénito sufría alguna especie de retraso, pues aprendió a hablar muy tarde.

            El propio Einstein atribuyó a esa lentitud lo que más tarde sería su estudio más importante: la relatividad. “Un adulto normal no se inquieta por los problemas que plantean el espacio y el tiempo, pues considera que todo lo que hay que saber al respecto, lo conoce ya desde su primera infancia. Yo, por el contrario, he tenido un desarrollo tan lento que no he empezado a plantearme preguntas sobre el espacio y el tiempo hasta que he sido mayor”.

            Pero su interés por la ciencia sí existía desde la infancia. Lo despertó una brújula magnética que su padre le regaló cuando tenía cuatro años.  ¿Por qué la aguja de dicho instrumento volvía siempre a la misma dirección? Era algo que necesitaba comprender.

            En el otoño de 1896 –después de haber fracasado en su primer intento- inició sus estudios superiores en la Eidgenossische Technische Hochschule de Zúrich. Ahí conoció a Mileva Maric, compañera de estudios, con quien se casó en 1902. El matrimonio procreó dos hijos: Hans Albert y Eduard.

            Cuando era un recién egresado, buscó en vano un trabajo de “su carrera”, pero solo encontró puestos, muy mal pagados, de asistencias en la universidad, por lo que terminó trabajando en la Oficina federal de propiedad intelectual de Berna, este trabajo le daba dinero para sostener a su familia, y algo de tiempo libre para dedicarse a su verdadera pasión, la ciencia.

            En 1905 publicó cinco trabajos en la revista alemana Annalen der Physik. Su tesis doctoral y otros artículos importantes que acabarían por imponer un cambio radical en la imagen que la ciencia ofrece del universo. Dos de esos trabajos, sentaban las bases de la teoría restringida de la relatividad. Desarrolló una idea totalmente nueva estableciendo la equivalencia entre masa y energía, conocido de manera universal con la famosa ecuación E= mc2.

            Estos artículos no representaron la “gran fama” para el científico inmediatamente, pero sí lo pusieron en la mira del investigador alemán Max Planck, quien más tarde le propuso la dirección del Instituto de física Kaiser Wilhelm en Berlín.

            En 1921 recibió el Premio Nobel de Física, “por sus trabajos sobre el movimiento browniano y su interpretación del efecto fotoeléctrico”.

            En 1933, con la llegada de Hitler al poder, tuvo que renunciar a la ciudadanía alemana para trasladarse a Estados Unidos. Ya convertido en ciudadano estadounidense, apoyó la guerra contra el nazismo.

            Tras el horror de las explosiones de Hiroshima y Nagasaki, Einstein se unió a un grupo de científicos que buscaban la manera de impedir el uso futuro de la bomba. Desde entonces militó en las filas del pacifismo.

            Pasó los últimos veinticinco años de su vida, dedicado a la vida académica en el Instituto de Estudios Superiores de Princeton, Nueva Jersey, ciudad en la que murió el 18 de abril de 1955.