Es un gran tipo mi viejo

""Es un buen tipo mi viejo,/ que anda solo y esperando,/ tiene la tristeza larga,/ de tanto venir andando…"", así decía la letra del éxito que Piero cantaba acompañado de su guitarra a finales de los sesenta. El tema del momento sonaba desde muy temprano en las radiodifusoras.

Semanas anteriores a ese tercer domingo del mes de junio, la publicidad en la prensa presentaba la fotografía de niñas y niños que advertían ""Papá pórtate bien"" e invitaban a los hombres del hogar a dejar sobre la mesa el anuncio que diera una idea de su regalo deseado.

Una licorera, un encendedor, un sombrero, un reloj Citizen, una pipa o un suéter de antílope y lana que se podía adquirir en la tienda departamental de su preferencia por solo $589 pesos.

Quizá una fina billetera hecha en piel de ternera con un innovador porta fotos separable de $69.50 en donde ya lucirían las fotos familiares.

Los más conservadores podían optar por ir a la segura con unos calcetines o un paquete de ropa interior de la marca americana Rinbros; ropa de punto ""adecuada para su complexión"" con la que ""Papá se ve fresco, se siente fresco, está  fresco y tiene mayor libertad de movimiento…""

""En su día, por qué afeitarse, no se afeite. Es una lata…""  claro, para qué mojarse la barba, limpiar el rastrillo, cambiar la hoja, enjabonarse y rasparse la piel, cuando por tan solo $299 pesos papá podía arrasar con la barba -tres veces más al ras- con una novedosa máquina Phillishave, para luego refrescar su cara con la loción Brut, el exquisito aroma masculino usado por Elvis Presley.

Aquellos cuyos ahorros no alcanzaban para un regalo, siempre podían recurrir al viejo dicho que dice ""los hijos por sus granjeos son queridos…"" y despertar a papá con un buen desayuno acompañado del periódico, la pipa y las pantuflas o sorprenderlo lavando el coche o boleando sus zapatos.

Después de todo ese consentimiento, papá podía culminar el día en el Teatro Lírico, elegantemente ataviado con un casimir de ""pura lana de Santiago"" y disfrutando la voz de Toña ""la Negra"" o el humor de  Tin-Tán,  Flavio, Héctor Lechuga y Héctor Suárez.

""Yo tengo los años nuevos/ y el hombre los años viejos./ El dolor lo lleva dentro/ y tiene historias sin tiempo…"". Aun con el paso del tiempo, las modas y la tecnología, en estas fechas la letra de Piero se sigue escuchando en muchos rincones y empaña los ojos de aquellos que añoran a sus padres y las celebraciones a la antigua.